El nacionalsocialismo no es de derecha. Por el contrario, es la conclusión de la suma de las grandes ideologías de la vieja izquierda: El socialismo, el positivismo, el sindicalismo y el nacionalismo.
La idea de robar a unos por beneficio propio no es un ideal. El robo y el delito no son idealistas, no importa cuáles sean sus propósitos, y esa es una buena lección que la izquierda debiera de aprender de este episodio.
Necesitamos desmontar ese mecanismo. Y sólo lo lograremos desalojando al Estado del centro de la economía, limitando y achicando todo lo posible la posibilidad de que políticos y burócratas manejen discrecionalmente decisiones estratégicas y fondos públicos.
El escándalo supondrá un grave golpe a la confianza y credibilidad de Facebook. En cierta medida un golpe merecido, porque subestimó el problema y no hizo nada en estos años
Ready Player One desperdicia una premisa original e interesante convirtiéndola en la enésima fantasia socialista donde los pobres son siempre buenos, las corporaciones son siempre malas y las cosas deben ser siempre gratis.
¿Hasta donde llegará el affaire OXFAM? El escándalo ya pegó en la línea de flotación del más salvaje anticapitalismo. En hora buena para los desheredados que merecen un mejor futuro que sólo ayudan a proporcionar el realismo, el mercado y la libertad.