El fantasma de la conjura internacional como motivación detrás del vandalismo anárquico es esgrimido por todos: desde Sebastián Piñera hasta Raúl Castro, pasando por Lenin Moreno.
Hace décadas el feminismo dejó de ser un espacio en defensa de los derechos de la mujer, para convertirse en estrategia que miente y genera mucho dinero.
Quien quiera ver en tiempo real cómo funciona la maquinaria de la izquierda, y cómo mienten para destruir, échele ojo a la ola de difamaciones contra los chicos de Covington
López es el eterno candidato de la coalición político-religiosa, ahora denominada “Juntos Haremos Historia”, una amalgama integrada al mero estilo del monstruo de Frankenstein, y aspira a convertirse en el nuevo caudillo autoritario de Latinoamérica.